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En un estado donde el poder judicial es casi inexistente para pronunciarse sobre cuestiones relacionadas con la protección de las libertades fundamentales y donde el poder ejecutivo está por encima de todo, la República Democrática del Congo es, con mucho, un ejemplo en términos de derechos humanos. Y más aún, durante un período electoral, los cortes de la red de Internet y del servicio de mensajes cortos, son intempestivos sin el cumplimiento de las normas, aunque embrionarias, que regulan las restricciones a las libertades fundamentales. Y sin embargo, el derecho de acceso a Internet hoy integra indirectamente a la gran familia de los derechos fundamentales, a través de un proceso de anexión al derecho a la libertad de expresión e información. Sin embargo, falta su universalidad, que bien podría garantizar su reconocimiento y protección judicial. Esto hace que el derecho a acceder a Internet sea una especie de derecho fundamental en ciernes. En consecuencia, la ausencia de legislación pública internacional en este ámbito favorece el incumplimiento del derecho de acceso a Internet por parte de muchos Estados del mundo.
A propos de l'auteur
Diplômé de l'Université Officielle de Bukavu, Jean-Claude ISAMBYA est assistant et chercheur à la faculté de droit de l'Université Notre Dame de Tanganyika à l'Est de la République Démocratique du Congo. Il mène ses recherches sur le droit des libertés fondamentales, le cyber droit, le droit constitutionnel et le droit administratif.
