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William James Hall (1877-1951) fue uno de los grandes fotógrafos de su época en Australia. Además de su pasión por la fotografía de la vida salvaje, con la que ganó importantes premios, fue el cronista más importante de la escena náutica de Sydney. Su estudio fotográfico era uno de los centros neurálgicos de la escena náutica local. No sólo documentó el deporte y los barcos, sino también los cambios sociales, como la apertura del deporte a las mujeres. Hall era un buen observador capaz de plasmar su visión con una facilidad y un dinamismo únicos, creando crónicas únicas en una época en la que las fotografías seguían siendo la excepción a la regla. Con la llegada de cámaras más portátiles y el desarrollo de sistemas de obturación más rápidos a principios de siglo, los fotógrafos pudieron tomar instantáneas de acontecimientos deportivos que captaban por primera vez el dinamismo y la intensidad del deporte. Sus imágenes también documentan el paso de la fotografía con placas de vidrio al rollo de película. La colección de William Hall, conservada actualmente en el Museo Marítimo Nacional de Australia, constituye una valiosísima visualización de la vela y la historia marítima de la época. El libro contiene 194 fotografías seleccionadas de su famosa colección, con un total de unas 500 imágenes.
