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Probablemente la humanidad nunca ha sido tan prolífica artísticamente como en nuestra época. Nuestra época ha sido testigo de la aparición de nuevas palabras populares y conceptos en boga y muy de moda: ciberarte, obras digitales, arte multimedia, etc. Muchos artistas reivindicarán el estatus de obra digital para sus producciones y harán de este nuevo espacio su campo de expresión específico. Además, una nueva categoría de individuos formada por webmasters, infografistas y diseñadores reivindican la condición de artistas digitales. En este contexto se plantea la cuestión de la creación artística digital. Ante todo esto, se hace sentir la necesidad de una perspectiva especializada. ¿Merece el arte digital un lugar entre todos los movimientos y formas de arte de las grandes clasificaciones artísticas? ¿O existe alguna razón ontológica o no ontológica por la que las creaciones digitales no puedan ser reconocidas como verdaderamente artísticas? ¿Es el arte digital un arte por derecho propio o un arte totalmente aparte?
Über den Autor / die Autorin
Paul Gabriel FOLEU tem um Mestrado 2 AIGEME da Universidade de Marne la Vallée e um Bacharelato em Artes Plásticas e História da Arte. Embora tenha trocado os pincéis pelo rato, nos seus estudos como na sua profissão, conseguiu o casamento alquímico das suas duas grandes paixões: Arte e Informática.
