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La anemia es un problema de salud pública mundial que afecta tanto a los países en desarrollo como a los desarrollados, con importantes consecuencias para la salud humana y el desarrollo social y económico. Se da en todas las etapas de la vida, pero es más frecuente en mujeres embarazadas y niños. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la anemia es uno de los diez factores más importantes que contribuyen a la carga mundial de enfermedades. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), estimaron que la prevalencia mundial de la anemia entre las mujeres embarazadas era del 52% en 2007. La mayoría de estas mujeres vivían en países en desarrollo. A nivel mundial, según la OMS, en 2014, la prevalencia de la anemia entre las mujeres embarazadas de 15 a 49 años se redujo en un 12% entre 1995 y 2011, pasando del 43% al 38%. Durante el embarazo, la anemia se asocia con múltiples resultados adversos tanto para la madre como para el bebé, incluyendo un mayor riesgo de hemorragia, sepsis, mortalidad materna, mortalidad perinatal, bajo peso al nacer y reducción de la capacidad de trabajo.
Über den Autor / die Autorin
Yousef Mohammed Ali Al-Flah, Especialista em Saúde Pública, Hospital Universitário de Alkuwait, Universidade de Sana'a, Sana'a, Iémen. Endereço actual: Alexandria - Egipto. Doutoramento em ciências da saúde pública - Epidemiologia - Instituto Superior de Saúde Pública - Universidade de Alexandria. Email: alflah2014@gmail.com.
