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Vivimos en un mundo en el que las reservas de petróleo, gas y carbón se están agotando. Esta afirmación puede resultar triste, pero es una buena noticia porque el elevado consumo de estos combustibles ha acelerado el proceso de calentamiento global. Por desgracia, dado que alrededor del 80-90% de la energía necesaria en todo el mundo procede de los combustibles fósiles, no es posible reducir su consumo de la noche a la mañana. Pero hay una pregunta: ¿qué se puede hacer ahora que las energías renovables, como la solar o la eólica, no pueden desempeñar el papel principal en el campo del suministro energético? Una solución es cambiar algunas de nuestras centrales eléctricas por otros sistemas llamados de producción combinada de calor y electricidad (PCCE). La producción simultánea de electricidad y calor ofrece la posibilidad de una mayor eficiencia que los combustibles fósiles para suministrar energía con un almacenamiento de energía de entre el 15 y el 40%. Estas centrales dan buenos resultados tanto en términos de reducción de costes como de reducción del impacto ambiental.
Info autore
Amin Khodadadi nació el 20 de julio de 1991 en la ciudad de Bandar Abbas, provincia de Hormozgan, Irán, y actualmente soy estudiante de doctorado en la Universidad de Ciencia e Investigación, y desde el 8 de diciembre de 2019 trabajo en Arman Niro Hormozgan, una de las compañías eléctricas regionales de la provincia de Hormozgan.
