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Durante mucho tiempo, el Estado en Latinoamérica ha solventado y permitido bochornosas tasas de beneficio y retorno de capital propias de un sistema premoderno de usura. Es tiempo de que el Estado modernice el sistema bancario y eso es más que una plataforma digital amable. Es usar el poder político no para prestar dinero público a los amigos y garantizar faraónicas tasas de retorno del capital. La modernización del sistema bancario pasa por utilizar el poder legal del Estado para subir sustancialmente los impuestos, para nivelar al promedio mundial las tasas de recuperación del capital, para direccionar el crédito hacia la producción y el empleo, es decir, para convertir a la banca en una herramienta de financiamiento de reducción de desigualdades y de mayor justicia social.
Info autore
Guillermo Oglietti es doctor en Economía Aplicada por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), postgraduado del Instituto Torcuato Di Tella de Buenos Aires y licenciado en Economía por la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC, Argentina). Dirigió el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre Territorio, Economía y Sociedad de la Sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro en Argentina.