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La característica principal del síndrome de dolor femororrotuliano es el dolor en la parte anterior y retropatelar de la rodilla durante actividades sencillas de la vida diaria como correr, ponerse en cuclillas, permanecer sentado durante mucho tiempo, subir y bajar escaleras, montar en bicicleta, saltar y practicar deportes. Otros signos observados fueron crepitación rotuliana, edema y bloqueo articular. Sólo las mujeres participaron en las sesiones de rehabilitación propuestas por el investigador. Tras las sesiones de tratamiento protocolizadas, se observó una mejora de la intensidad de la claudicación y también una reducción de la necesidad de apoyo durante la marcha. Para el movimiento en escaleras, pocos mostraron deterioro. En cuanto al movimiento en cuclillas, hubo facilidad para realizarlo. En cuanto a la inestabilidad articular, hubo una disminución de la queja. El dolor se consideró leve al realizar ejercicios pesados y el edema disminuyó considerablemente.
Info autore
Larissa Silva Lima, graduada en Fisioterapia por la Facultad de Medicina ABC. Estudiante de Postgrado en Especialización en Fisioterapia Funcional Traumato-Ortopédica en la Universidad de Vale do Sapucaí (UNIVAS). Trabaja en el área de rehabilitación a través del Método Pilates.
