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Las arqueas endosimbióticas pueden provocar el agotamiento del selenio en el cuerpo humano, ya que necesitan selenio para sintetizar las selenoproteínas metanogénicas de las arqueas. La endosimbiosis arcaica conduce a un síndrome de deficiencia de selenio. La endosimbiosis arcaica y la carencia de selenio pueden conducir a la tiroiditis autoinmune de Hashimoto, a la demencia autoinmune, a la enfermedad cerebral de los vasos pequeños y a la hidrocefalia de presión normal. La endosimbiosis arcaica puede provocar hepatitis autoinmune y enfermedad hepática crónica, así como enfermedad pulmonar intersticial. Las arqueas endosimbióticas también pueden inducir un síndrome disautonómico. También puede inducir una disfunción poli endocrina consistente en una diabetes mellitus con anticuerpos GAD positivos, una tiroiditis de Hashimoto, una hiponatremia recurrente y una adrenalitis autoinmune. También puede provocar una depleción del colesterol y una deficiencia de hormonas sexuales. La endosimbiosis arquea conduce a la acumulación de mucopolisacáridos en los tejidos y al síndrome de angiopatía mucoide, pancreatitis (CCP), enfermedad tiroidea (MNG) y cardiomiopatía (EMF). La endosimbiosis arqueal produce un síndrome de deficiencia de selenio multisistémico.
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Dr Ravikumar Kurup is the Director of the Metabolic Disorders Research Centre, Trivandrum.
