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Los dibujantes editoriales, como muchos periodistas, escritores e intelectuales, en Turquía se enfrentaron a varios obstáculos después de la intervención militar de 1980. Las restricciones a su vida profesional llegaron de dos maneras diferentes. Para los caricaturistas editoriales que trabajan para un periódico de gran tirada, la monopolización como consecuencia de la economía liberal y la inexistencia de leyes antimonopolio se convirtió en algo más amenazador que los tabúes gubernamentales como el conflicto kurdo de los años noventa. Al abordar la cuestión kurda, y al tomar a menudo partido a favor del pueblo kurdo o al simpatizar con su causa, estos caricaturistas editoriales se convirtieron fácilmente en el blanco de la opresión gubernamental. Sus agudas críticas a las violaciones de los derechos humanos en Turquía, a la perpetua guerra civil que tiene lugar en el sudeste de Anatolia o a cualquier otro tema que no sea la historia oficial tuvieron un alto precio. En este estudio se pone de relieve la situación de los caricaturistas editoriales turcos, que hasta ahora han sido ignorados y en su mayor parte dejados en la oscuridad, haciendo hincapié en las cuestiones delicadas y los tabúes en los dos decenios posteriores al golpe militar de 1980. También arroja luz sobre la rápida transformación de la prensa turca.
Info autore
Profesor asociado de estudios de medios de comunicación y Vicedecano de la Escuela de Comunicaciones de la Universidad Bilgi de Estambul (Turquía). Obtuvo su doctorado en medios de comunicación y comunicaciones en la Universidad de Temple, Filadelfia.
