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En el mundo actual, tanto a nivel nacional como internacional, crecen los desafíos de la ciencia y de la tecnología en todos los campos del conocimieny actividad humana. En Brasil son bien visibles las dificultades que enfrenta la evolución tecnoógica, y muchos problemas son resueltos a base de improvisaciones. Se lee muy poco la literatura científica, y una buena parte de la actualidad científico-tecnológica nos llega fragmentada, a través de diversos medios académicos y de investigación. El excesivo énfasis en un volumen muy elevado de información, en muchos casos obsoleta, en detrimento de la realización de ejercicios que cona la aptitud o formación, compromete la capacidad creativa de nuestros estudiantes. Tanto a nivel de graduación como de posgraduación, tenemos la utilización masiva del salón de clases, que en muchos casos constituye el principal medio en el proceso de educación. Son raros los cursos que utilizan la biblioteca en este proceso, considerando las dificultades de familiarización que encuentro en mis estudiantes de investigación. Pero lo peor de todo es que estamos entrenando generaciones de jóvenes universitarios que no aprenden a aprender. No están aprendiendo a pensar. Ellos se conducen de un modo altamente mecanicista e inmediatista, que no les permite utilizar el razonamiento lógico en sus áreas de influencia o competencia. Hace mucho tiempo vivimos en un país que burla la creatividad. Aquí se copia todo lo que se hace afuera, con muy poca atención hacia las leyes de patentes de otros países. Esta preferencia por la copia revela la falta de profesionales con capacidad innovadora, que tiene origen en una Universidaque está fallando en su papel principal.
Aptitud y formación pueden ser obtenidas con estudio y consulta a libros técnico-científicos de reconocido mérito, la realización de estudios y simulaciones incluyendo problemas de nuestra realidad agrícola, industrial y social. La participación en proyectos de investigación en régimen integral debe ser parte del currículo universitario. El intercambio con centros de remérito en Brasil y en el Exterior debe ser insertado en la rutina de nuestros estudiantes universitarios.
