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Las aplicaciones fotovoltaicas para edificios empezaron a aparecer en los años setenta. Los módulos fotovoltaicos con marco de aluminio se conectaban o montaban en edificios que solían estar en zonas remotas sin acceso a la red eléctrica. En la década de 1980 se empezaron a hacer demostraciones de módulos fotovoltaicos añadidos a tejados. Estos sistemas fotovoltaicos solían instalarse en edificios conectados a la red eléctrica en zonas con centrales eléctricas centralizadas. En la década de 1990, empezaron a comercializarse productos de construcción BIPV especialmente diseñados para integrarse en la envolvente de un edificio. Una tesis doctoral de 1998 de Patrina Eiffert, titulada An Economic Assessment of BIPV, planteaba la hipótesis de que algún día habría un valor económico para el comercio de energías renovables. En el diseño solar pasivo de edificios, las ventanas, paredes y suelos están hechos para recoger, almacenar, reflejar y distribuir la energía solar, en forma de calor en invierno y rechazar el calor solar en verano. Se denomina diseño solar pasivo porque, a diferencia de los sistemas de calefacción solar activos, no implica el uso de dispositivos mecánicos y eléctricos. Los sistemas solares híbridos fotovoltaicos-térmicos (PVT) se han presentado en una sola unidad.
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Dr. Eng. Fouad A. S. Soliman, Prof. Ingeniería Electrónica e Informática. Autoridad de Materiales Nucleares, Ministerio de Electricidad y Energías Renovables, Egipto.Karima A. Mahmoud, Investigadora de Física.