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Han pasado muchos años desde que Schaefer (1946) y Vonnegut (1947) descubrieron el principio de la siembra artificial de nubes. Y la técnica se ha utilizado en muchos países para aumentar la cantidad de lluvia. Sin embargo, mucha gente duda de que se pueda aumentar la cantidad de lluvia utilizando esta técnica. Es una situación curiosa que algunas personas estén convencidas de los efectos de la siembra artificial de nubes y otras lo duden. La inconsistencia se atribuye normalmente a la diversidad de nubes naturales. Por eso, pretendemos mostrar los efectos de la siembra artificial de nubes en condiciones lo más simples posible para confirmar que la técnica siempre es eficaz en condiciones adecuadas, al igual que otros resultados científicos. Para simplificar, se inyectó dióxido de carbono líquido directamente en las nubes en desarrollo de partículas de agua líquida superenfriada. Y escribimos este libro para desarrollar la técnica con el fin de controlar la cantidad de lluvia con investigadores interesados en la siembra artificial de nubes.
About the author
Profesor de la Academia de Defensa Nacional de Japón. Estudia el clima de la aviación, como la turbulencia, los truenos, la niebla y la siembra artificial de nubes.
