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El poder puede ser una herramienta para ayudar a las personas o un arma para dañarlas. Desde la noche de los tiempos, las personas han recibido, detentado y otorgado poder. Nuestros primeros textos escritos de Mesopotamia nos muestran que alguien está al mando y se espera que los demás le sigan. Todos los que siguen o no a los líderes experimentan consecuencias; beneficios para los que lo hacen y efectos indeseables para los que no. Nuestro primer título conocido para un rey de la antigua Sumeria en Mesopotamia es LU.GAL que significa "Gran Hombre". ¿Qué nos dice esto? El tamaño, real o percibido, puede influir en el poder. Pero el poder puede tener muchas otras variables: El poder presenta a su titular tanto oportunidades como responsabilidades. El poder es una administración. En hebreo antiguo, el título de un administrador significaba "el que está sobre la casa". Este título describe una gestión y distribución de recursos. Pero hace falta sabiduría para mitigar el poder. Algunos sostienen que el dinero puede dar poder. El dinero es un patrón de valor, un medio de intercambio y una forma de acumular riqueza. Algunas personas compartirán su dinero y otras se obsesionarán por conseguir más. Del mismo modo, el conocimiento puede dar poder. Los que entienden esto o aquello ejercen una forma de control sobre los que no.
About the author
Daniel Kyungu Tchikala es profesor e investigador en Gestión de Recursos Humanos en universidades locales de la República Democrática del Congo. Posee un doctorado académico en Gestión de Recursos Humanos, especialmente en gestión de la diversidad, por la HEC de la Universidad de Lieja (Bélgica). Es fundador de la empresa BEPSEE.
