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La Unión Europea fomenta actualmente el uso de subproductos agroalimentarios como forma de reducir el desperdicio de alimentos, al tiempo que promueve la utilización de recursos orgánicos y la innovación. Portugal es un importante productor de vino, cuyas exportaciones van en aumento, lo que demuestra el dinamismo del sector. El vino y la vid contienen compuestos con una amplia gama de propiedades biológicas que pueden extraerse. Los polifenoles son un ejemplo de compuestos bioactivos de gran relevancia, con diferentes propiedades fisiológicas, como antioxidantes, cardioprotectoras y anticancerígenas, entre otras. Por ello, los subproductos y residuos de la producción de vino tienen diversas aplicaciones potenciales, como alimentos funcionales, productos farmacéuticos y cosméticos. Los beneficios del consumo de vino tinto ya están reconocidos y se asocian a la presencia de determinados compuestos polifenólicos, pero éstos no son suficientes para caracterizar al vino como alimento funcional. Por este motivo, el interés por los ingredientes funcionales basados en extractos de vino y vid ha ido en aumento, alimentando el concepto de sostenibilidad.
About the author
Carla Sousa, che ha conseguito un dottorato in Chimica, è professore associato presso l'Università Fernando Pessoa. Ana F. Vinha, con un dottorato in Biologia funzionale e Scienze della salute, è professore assistente presso l'Università Fernando Pessoa. Ana Nunes, che ha conseguito un dottorato in Chimica, è visiting professor presso l'Università di Valencia e consulente scientifico per l'industria farmaceutica.