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Se estima que un jugador de fútbol americano universitario de primera categoría genera más de un millón de dólares para su programa, por lo que la evaluación y selección óptimas de los jugadores son primordiales. La masa corporal magra, la sentadilla y el salto vertical han sido las puntuaciones de las pruebas físicas más predictivas, pero estas métricas suelen explicar menos del 10 % de la varianza en el rendimiento futbolístico. Los ojeadores de la NFL han tendido a basarse en las puntuaciones de salto vertical, carrera de 40 yardas y carrera de 20 yardas, pero la confianza en ninguna de las pruebas físicas realizadas en el NFL Combine fue predictiva del éxito del equipo. El Dr. Tom Osborne sugirió el Índice de Rendimiento para interpretar las métricas de rendimiento físico, pero insistió en que los atributos psicológicos como la dureza eran igualmente importantes para su proceso de evaluación. La fortaleza puede caracterizarse como la capacidad de afrontar los factores estresantes con mayor eficacia, y en este programa de investigación se mide examinando la reactividad del cortisol. Los resultados de esta investigación sugieren que la reactividad del cortisol puede captar un atributo distintivo de los jugadores y predecir el rendimiento en el campo mejor que muchas variables individuales de rendimiento físico que se han utilizado tradicionalmente para predecir el rendimiento en el fútbol americano universitario.
About the author
J. Brandon Rigoni, doctor en Filosofía, dirige actualmente la Práctica de Selección y Desarrollo de The Gallup Organization. Ha trabajado con organizaciones de diversos sectores, incluidas varias empresas de la lista Fortune 500, y sus conocimientos en materia de investigación han aparecido en artículos de revistas académicas revisadas por pares, así como en publicaciones de prensa popular.