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El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en la mujer, con una incidencia creciente en las pacientes de edad avanzada, sobre todo en las mayores de 70 años. Esta población tiene características epidemiológicas y terapéuticas particulares, y a menudo se diagnostica tarde, lo que complica su tratamiento. Los pacientes de edad avanzada suelen quedar excluidos de los ensayos clínicos, lo que da lugar a una falta de recomendaciones específicas para su tratamiento. La comorbilidad y la esperanza de vida también influyen en las decisiones terapéuticas. Los tratamientos deben adaptarse a la edad fisiológica y a las condiciones de salud de los pacientes para evitar un tratamiento excesivo.Los tumores en mujeres mayores tienden a ser menos agresivos, pero alrededor del 48% de los casos se diagnostican en un estadio avanzado. Las opciones terapéuticas deben tener en cuenta la tolerancia de las pacientes al tratamiento y sus valores personales. Una evaluación geriátrica completa es esencial para personalizar el tratamiento. El objetivo principal del tratamiento es garantizar el control local y general de la enfermedad minimizando los efectos secundarios, con el fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes.
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Residente gineco-obstétrica de Monastir, Túnez.
