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La Constitución Federal de 1988 trajo importantes cambios en el tratamiento de los pueblos indígenas, en particular el principio de alteridad, encarnado en el derecho del indígena a ser diferente, así como la regulación de la cuestión de las tierras indígenas, que tienen institutos propios, distintos del derecho civil. Sin embargo, esto no siempre fue así. Brasil ha pasado por diversas evoluciones legislativas hasta la actualidad, y la idea de integrar a los pueblos indígenas en la sociedad local ha perdido fuerza con estas evoluciones, desapareciendo tras la llegada de la Constitución Federal de 1988. Para corroborar la necesidad de una mayor protección de los pueblos indígenas, se buscó su preocupación en el ordenamiento jurídico internacional, que se plasmó con la llegada del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
About the author
Jurist bei der Companhia Municipal de Habitação Popular-COHAP. Master-Abschluss in Nachhaltigkeit in Umweltmanagement von der Bundesuniversität São Carlos-UFSCAR. Spezialist für Umwelt- und Stadtplanungsrecht. Professor für Internationales Recht am Centro Universitário Nossa Senhora do Patrocínio-CEUNSP und am Centro Universitário Herminio Ometto-UNIARARAS.
