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Cuanto más transforma la militarización a un individuo o a una sociedad, más llega ese individuo o sociedad a imaginar que las necesidades militares y las presunciones militaristas no sólo son valiosas, sino también normales. El militarismo difumina los límites entre lo que puede definirse como militar y lo que puede considerarse parte de la vida civil. El militarismo exige que toda una sociedad se impregne de los valores y prioridades militares y se construya de acuerdo con ellos... el concepto de militarización llama la atención sobre la naturaleza simultáneamente material y discursiva del dominio militar. Disponer de un ejército permanente y eficaz con capacidad para ofrecer recursos humanos al servicio público es un gran hito, pero también una llamada de atención. Esta última se basa en el modo en que estas instituciones militares son secuestradas por la clase política gobernante para consolidar su dominio, a menudo autoritario. Estos modos de actuar suelen reestructurar las relaciones de poder constitucionalmente garantizadas en el país, derribando y subordinando la autoridad civil a los militares en un deliberado intento de recuperar el poder civil.
About the author
Nelson es abogado del Tribunal Superior de Uganda. Está cursando un máster en Derecho por la Universidad de East London (Reino Unido). Trabaja en el Ministerio de Tierras, Vivienda y Desarrollo Urbano [MLHUD], en el Departamento de Registro de la Propiedad. Es fundador y director general de la Fundación para la Intervención Legal [organización sin ánimo de lucro].
