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Se ha demostrado que participar en la interacción social beneficia la salud física y emocional, mientras que la falta de conexión social ha producido efectos perjudiciales, con mayor frecuencia soledad y depresión. El propósito de esta investigación de método mixto era discernir si la participación en un grupo de musicoterapia de tareas específicas contribuía a la calidad de vida de los adultos con discapacidad intelectual. El análisis cuantitativo no demostró un aumento estadísticamente significativo en ninguna de las categorías de interacción identificadas. El análisis cualitativo produjo dos temas principales: la necesidad de interacción social y la soledad predominante. También hubo un subtema de nerviosismo. Los resultados generales indicaron el fuerte deseo de los participantes de participar en la vida social, aunque a menudo expresaban sentimientos de soledad. Nueve de los diez participantes expresaron una respuesta positiva a la participación en el proyecto y en el acto público. Los resultados cualitativos también indicaron que había un proceso de grupo saludable y una cohesión positiva entre los participantes, lo que implica que la calidad de vida aumentó con la participación en este proyecto.
About the author
Julie Andring es musicoterapeuta titulada y doctora en Terapia Expresiva por la Universidad Lesley de Cambridge, Massachusetts. Lleva 30 años trabajando con personas con discapacidad intelectual para el Departamento de Servicios de Desarrollo del Estado de Connecticut, donde imparte sesiones de musicoterapia y supervisa el programa de prácticas.
