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El estrés es una consecuencia inevitable de la complejidad socioeconómica y, en cierta medida, también su estimulante. Las personas experimentan estrés porque ya no pueden controlar completamente lo que ocurre en sus vidas. Un estrés excesivo puede interferir en su productividad y rendimiento, repercutir en su salud física y emocional y afectar a sus relaciones y a su vida familiar. Incluso puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso en el trabajo. El estrés no siempre es malo. Un poco de estrés puede ayudarte a mantenerte concentrado, con energía y capaz de afrontar nuevos retos en el trabajo. Es lo que te mantiene alerta durante una presentación o alerta para evitar accidentes o errores costosos. Pero en el ajetreado mundo actual, el lugar de trabajo parece con demasiada frecuencia una montaña rusa emocional. Las largas horas de trabajo, los plazos ajustados y las exigencias cada vez mayores pueden hacer que se sienta preocupado, agotado y abrumado.Independientemente de a qué se dedique o de lo estresante que sea su trabajo, hay muchas cosas que puede hacer para reducir sus niveles generales de estrés y recuperar la sensación de control.La eficacia en la gestión del estrés permite al individuo afrontar o lidiar con las situaciones estresantes en lugar de evitarlas.
About the author
Vinita Mohindra, doctora en Filosofía, es profesora asociada y directora del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales del Instituto Nacional de Tecnología Maulana Azad de Bhopal. Cuenta con más de veinte años de experiencia docente, es asesora docente de la revista anual del instituto Excelsior y coordinadora de la Célula de Derechos de Propiedad Intelectual.
