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El conejo doméstico (Oryctolagus cuniculus) es tanto un animal de laboratorio como de producción (carne, piel o pelo). Los conejos son muy prolíficos, con periodos de gestación y lactancia cortos y una tasa de producción de hasta 61 kg por coneja hembra y año. Los conejos crecen rápidamente y su carne es muy nutritiva (baja en grasa y colesterol pero alta en proteínas). Todas estas características hacen del conejo una especie zootécnica muy interesante. Además, la reproducción del conejo es una etapa clave en la creación de nuevas razas, la transmisión del progreso genético y, sobre todo, el éxito de la cría. La forma de criar conejos ha evolucionado considerablemente, sobre todo desde principios de los años 90, cuando la inseminación artificial empezó a ser utilizada por los criadores, especialmente en Europa. La inseminación artificial ha contribuido a modificar la organización de la cría en las explotaciones, ya que ha permitido el desarrollo de la cría en nidada única.
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Belabbas RafikAssistant ProfessorPoultry and rabbit physiology and diseasesInstitute of Veterinary SciencesSaad Dahleb University, Blida (Algeria).
