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Desde hace varias décadas, la República Democrática del Congo se enfrenta a una pobreza creciente de su población y a una tasa de desempleo en constante aumento debido a la precariedad del empleo. Como respuesta a esta situación precaria, la mayoría de la población está emprendiendo actividades generadoras de ingresos, que ahora representan una verdadera salida para ellos. En la mayoría de los países, estos empresarios constituyen la espina dorsal de la economía, y generalmente reciben apoyo de las autoridades públicas o de organizaciones privadas para favorecer su desarrollo. De hecho, la observación nos dice que las empresas jóvenes tienen dificultades para sobrevivir debido a un conocimiento muy incompleto del terreno. Las cifras son menos conocidas en el contexto congoleño, pero las encuestas europeas han demostrado que la mitad de las empresas europeas no sobreviven en los cinco primeros años de su creación. Frente a este fenómeno de muerte prematura de las empresas, ha surgido una alternativa que puede garantizar cierta perennidad a la empresa: el apoyo de un vivero de empresas.
About the author
Clément SEFU KIAMUWENU es licenciado en Gestión de Empresas y Organización del Trabajo, con especialización en Iniciativa Empresarial y Gestión de Pequeñas y Medianas Empresas por la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad. Actualmente es ayudante de primer curso e investigador en el Instituto Superior de Educación Kingungi.
