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Uno de los derechos sociales fundamentales del ordenamiento jurídico brasileño, y tal vez el único capaz de transformar la sociedad, es la educación. Previsto en la Constitución brasileña de 1988 como un derecho social fundamental, el derecho a la educación lleva consigo la carga de cambiar la sociedad y debe ser impartido teniendo en cuenta a cada individuo tratado, preservando sus raíces y las enseñanzas del hogar, más aún, preservándolas, para que se formen ciudadanos preocupados y comprometidos con el medio social en que viven. El abordaje de la educación multicultural, en un contexto de mestizaje cultural, delinea las posibles confrontaciones para garantizar la continuidad de un pueblo, más específicamente el pueblo Kaingáng y Guaraní de la Tierra Indígena Xapecó, en Ipuaçu, Santa Catarina. La multiculturalidad es la interrelación, el intercambio de experiencias entre diferentes culturas que proporciona nuevos conocimientos y fortalece a los pueblos frente a la globalización. La unión de educación e interculturalidad o multiculturalismo eleva la primera a un nivel de realización del derecho fundamental previsto en la Constitución más allá de las fronteras territoriales y de pensamiento.
About the author
Hochschulabschluss in Rechtswissenschaften an der Westlichen Universität von Santa Catarina. Postgraduiertenstudium in Steuerrecht an der Universität Estácio de Sá und dem Lehrkomplex Renato Saraiva. Sie war Steuerinspektorin in der Gemeinde Xanxerê-SC. Derzeit arbeitet sie als Rechtsberaterin in der Anwaltskanzlei Ronconi Sociedade Individual de Advocacia in Xanxerê-SC.
