Read more
El discurso sobre la puesta en marcha de pequeñas empresas en el Reino Unido, promovido por el gobierno británico y otros organismos, es uno de los que fomenta la empresa, la innovación y el espíritu empresarial. Esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres. Sin embargo, se sugiere que los hombres tienen alrededor de dos veces y media más probabilidades de ser empresarios que las mujeres (Informe sobre la iniciativa empresarial mundial en el Reino Unido, 2006). Se presenta a las mujeres como empresarias reacias, sin embargo, muchas mujeres sueñan con iniciar una actividad empresarial, ya sea como medio para combinar el trabajo y la vida familiar o como un escape de ser organizadas por otros. Este estudio explora el proceso de creación de empresas a través de la etnografía y los datos de las entrevistas y plantea que es en las etapas previas al inicio de la actividad empresarial donde la creación de empresas se convierte en un problema para las mujeres. Los efectos acumulativos de los intercambios diarios aparentemente sin importancia pero negativos erosionan la voluntad de las mujeres de empezar. Estos intercambios van desde el hecho de que no se tomen en serio los negocios de las mujeres y el simbolismo masculino en la agencia de autoempleo, hasta el trabajo emocional (Hochschild, 1993) o la armonización en el hogar exigida por la familia y los amigos. El negocio de las mujeres sólo se hace posible en los espacios carnavalescos como un acto transgresor.
About the author
Caroline Miller is docent marketing aan de Keele Universiteit. (Doctoraal in de filosofie; Master in onderzoek; Master in bedrijfskunde en Engelse literatuur. Onderzoeksinteresses zijn onder andere: startende bedrijven, gender, duurzame praktijken in marketing en kritische marketing. Publicaties zijn internationaal en interdisciplinair.
