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El hombre está obligado a preservar los recursos básicos de la naturaleza en toda su riqueza. El hombre debe modelar la naturaleza, utilizar sus recursos y vivir en ella; no debe abusar de ella ni destruir sus hábitats. Los seres vivos deben poder vivir, no sólo por su utilidad para el hombre, sino también por la biodiversidad y la preservación del espacio cultural y sus posibilidades.La educación ecológica deja claro que la intervención humana en la naturaleza ha alcanzado un nivel que no sólo conlleva riesgos ecológicos y sanitarios para las generaciones actuales y futuras, sino también daños irreparables y la destrucción final de plantas y animales, por lo que la responsabilidad ecológica en el sentido del desarrollo sostenible es más necesaria que nunca.Con su enfoque interdisciplinario, el sector educativo, centrado en el principio de "quien contamina paga" (responsabilidad), el principio de precaución (prevención) y el principio de cooperación (cooperación nacional e internacional), adquiere cada vez más importancia en términos de responsabilidad ecológica, económica, sociocultural y político-institucional.
About the author
Dr. Günther Dichatschek MSc.Cualificación docente para la APS;Licenciado en Ciencias de la Educación/Universidad de Innsbruck/Doctorado, cursos universitarios de educación política y competencia intercultural, curso universitario de didáctica/Universidad de Salzburgo, academia de formación continua Austria, Instituto Comenius Münster - profesor - educador de adultos.
