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India tiene las tasas de mortalidad en carretera más altas del mundo. Es algo así como una epidemia que golpea continuamente a la nación sin que se tomen medidas para remediarlo. Incluso después de dos décadas, las tasas de mortalidad no están bajando, lo que significa que el nuevo gobierno debe tomar como máxima prioridad la reducción de la mortalidad en carretera en pie de guerra con efecto inmediato. De los tres aspectos esenciales del transporte por carretera, los coches que circulan ofrecen una seguridad razonable, salvo algunos de gama baja, que siguen vendiéndose sin airbag. Parece que no existe una reglamentación estricta al respecto y el gobierno debería dictar normas estrictas en este sentido. El segundo aspecto del transporte por carretera, es decir, la infraestructura, es demasiado débil en dos aspectos. Las autopistas nacionales forman el 1,7% de las carreteras; transportan el 40% del tráfico y la cantidad de autopistas es insignificante. India carece de mano de obra cualificada y de voluntad para llevar a cabo las enormes obras necesarias para convertir las autopistas nacionales existentes en vías rápidas. Y por último, el aspecto del conductor es el más crucial, ya que el 85% de los accidentes mortales se atribuyen a culpa del conductor y no hay ninguna ley disuasoria para controlar el comportamiento de los conductores en India.
About the author
Dr. S.N.Teli trabaja como Profesor en el Departamento de Ingeniería Mecánica, Bharathi Vidyapeeth College of Engineering, Navi Mumbai. Prof. N. Chandran trabaja como Profesor Asistente en Trinity College of Engg.,Pune. Dr. Jagdish G.Kori trabaja como Profesor y HOD en Civil Engg. Haveri, Karnataka.
