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En Portugal, y en el contexto de la pandemia de Covid-19, las respuestas sociales dirigidas a las personas mayores han tenido que ajustar su funcionamiento. En el caso particular de los Centros de Día, el Decreto-Ley nº 10-A/2020, de 13 de marzo, estableció la suspensión de la actividad de apoyo social realizada. Los centros no volverían a abrir hasta abril de 2021 (Decreto-Ley nº 53-A/2021).Teniendo esto en cuenta, y con el fin de reunir pruebas para caracterizar la perspectiva de las personas mayores en relación con el cierre/suspensión de los Centros de Día, se llevó a cabo un estudio cuantitativo transversal. Los resultados mostraron que la muestra informó de las siguientes dificultades asociadas al cierre de la respuesta social: ocupación del tiempo (70%), sentimientos de soledad (65%), empeoramiento general del estado de salud (50%) y empeoramiento de la salud mental/cognitiva preexistente (30%). Desde el punto de vista de la Gerontología Social, los resultados parecen apuntar a consecuencias negativas derivadas del cierre/suspensión de la actividad presencial de los CD, así como a la necesidad de tener en cuenta las diferencias de género en edades avanzadas.
About the author
Maria Gonçalves - Gerontologa.Raquel Gonçalves - Gerontologa, dottore di ricerca in Politica sociale e professore aggiunto presso la Scuola di Educazione dell'Istituto Politecnico di Viana do Castelo.Patrícia Silva - Sociologa, Dottore in Sociologia e Professore aggiunto presso la Scuola di Educazione dell'Istituto Politecnico di Viana do Castelo.
