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Los animales monogástricos no absorben el fósforo presente en las semillas oleaginosas, que constituyen alrededor del 90% de la materia prima utilizada en los piensos. Esto se debe a la ausencia de la enzima fitasa, que ayuda a descomponer el ácido fítico, donde se almacena el fósforo presente en estas semillas. Para aportar cantidades suficientes de fósforo a la dieta de los animales monogástricos, también conocidos como no rumiantes, se añade fósforo inorgánico a sus piensos, principalmente en forma de fosfato bicálcico. Para que este elemento se metabolice adecuadamente en cantidades suficientes, se añade más fósforo del que realmente necesitan estos animales, y el exceso de fósforo que no se metaboliza se elimina en las heces de los monogástricos, provocando lo que los ecologistas denominan eutrofización de ríos y lagos, que es el crecimiento de algas, formando una espesa cortina verde sobre la superficie del agua. Este trabajo trata de la producción de la enzima fitasa, que debería añadirse a la alimentación de los animales monogástricos para sustituir el uso de fósforo inorgánico.
About the author
Natália Rodrigues Macedo, nacida en Turmalina, abandonó el hogar familiar a los 14 años en busca de mejores condiciones de estudio. A los 19 años se matriculó en Ingeniería Química, donde descubrió su amor por la investigación científica. Durante la carrera publicó seis artículos científicos, y finalizó su licenciatura con la investigación que se presenta en este libro.