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Entre incertidumbre, esperanza, fe en un dios, sed de justicia, decepción, transformación espiritual y neocolonialismo, este libro refleja algunas realidades comunes, a menudo vividas en silencio, por muchos nacionales de países en desarrollo, en sus países de origen. Estas crónicas, que cuestionan en primer lugar la supervisión y el seguimiento de las carreras profesionales de los nacionales en las grandes empresas que se instalan en los países en desarrollo, cuestionan también el interés de mantener la sociedad y su contrato social en su forma actual, el papel de los políticos y de la política, el papel de la justicia y la calidad de las relaciones humanas en general, dentro de la ciudad. Esta experiencia única, que caracteriza a la figura principal de estas crónicas, muestra cómo las acciones capitalistas y egoístas consiguen interferir sutilmente, hasta el punto de erigirse en normas, en las esferas y leyes que constituyen la base de nuestras sociedades, y de nuestras instituciones estatales. Una observación fría y descarnada que desarrolla en cada protagonista, una necesidad de aumentar el éxito social, a veces desafiando las normas de la sociedad, o incluso la moral.
