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El estímulo producido por la obligación legal de georreferenciar las fincas rústicas, exigida por el INCRA, está llevando a las empresas a hacer un uso progresivo de las geotecnologías, aunque todavía están lejos de aprovechar realmente las posibilidades que se derivan de estas herramientas.Este libro evalúa dos ejes del sistema: la empresa agrícola y la empresa consultora en geotecnología. Muestra que las aplicaciones actuales de la georreferenciación se concentran en los aspectos fiscales, territoriales y medioambientales, orientando a los productores en la aplicación de los marcos exigidos por la legislación y que les favorecen en virtud de las leyes vigentes, evitando sanciones y facilitando las condiciones para los movimientos de tierras, los préstamos y la financiación pública. También hay una tendencia del mercado a trabajar con tecnología de bases de datos a través de Internet (nubes). Se sugieren otras aplicaciones, como la gestión del uso del suelo mediante productos de teledetección y la cartografía de precisión, en forma de gráficos y mapas. Puede verse que el geoprocesamiento, si se combina con visitas estratégicas sobre el terreno, se convierte en una herramienta con un alto potencial para contribuir a optimizar la gestión.
