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El sector sanitario sigue siendo un capital económico esencial en la vida de un pueblo que quiere ser digno y correcto consigo mismo. Relegar el sector sanitario a un segundo plano es negar la propia existencia como hombre. A la vista de ciertas realidades sobre el terreno en algunas partes del mundo, parece que a pesar de los esfuerzos realizados para mantener una evolución correcta de la sanidad pública, hay varios aspectos que revisar. Lo mejor sería que cada interlocutor con poder en este campo desempeñara su papel de forma impecable, a fin de dar lo mejor de sí mismo para un mañana mejor; sabiendo que cualquier desarrollo, pase por la Salud de la población que debe mantenerse al día. El fracaso en este sector es mucho más pronunciado en términos de infraestructuras que no se adaptan al crecimiento demográfico, debido a los exiguos presupuestos asignados a la prestación de servicios sanitarios, lo que denota en consecuencia un desequilibrio incesante, estando en el origen de varios males relacionados con el bienestar público. Para que la economía de la salud sea dinámica, es fundamental contemplar de otro modo la dotación presupuestaria.
About the author
Nascido em Kinshasa a 15 de Outubro de 1968, Clément TSHIBINDA é Especialista em Saúde Pública, Secretário-Geral Administrativo Honorário da Universidade Simon Kimbangu "U.S.K.". Kananga, Promotor da Universidade Central de Kasai em Kananga, Doutorando na Universidade de Kinshasa, é também investigador independente.
