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Cada día, en todos los rincones del planeta, millones de personas sufren problemas de salud mental. Aunque la trayectoria de cada persona es única, todos tenemos las mismas preocupaciones sanitarias y la salud mental es un problema mundial.La relación entre obesidad y malestar psicológico no está clara, ya que las investigaciones realizadas hasta la fecha no son concluyentes: algunos estudios concluyen que las personas obesas presentan menos salud mental que los individuos de peso normal, mientras que otros consideran que la obesidad puede funcionar como un factor protector que evita que las personas con problemas de peso desarrollen problemas de salud mental. La obesidad se asocia a un mayor riesgo de padecer determinados trastornos mentales, como ansiedad, depresión, trastorno bipolar y trastornos alimentarios. A menudo, esta relación se debe a los efectos de la discriminación por el peso. Las personas con un cuerpo más corpulento tienen más probabilidades de sufrir trastornos de ansiedad. Se desconoce exactamente por qué las personas con un cuerpo más corpulento son más propensas a sufrir ansiedad. Además, la depresión mayor es un trastorno del estado de ánimo que implica tristeza, pérdida de interés por las actividades o aficiones y sentimientos negativos sobre uno mismo, por lo que la obesidad y la depresión tienen una relación bidireccional.
About the author
Seyyedeh Mitra Niroomand est candidate au doctorat en psychologie clinique. Elle enseigne l'anglais à l'université technique et professionnelle (TVU) de Shiraz, en Iran, et a déjà publié plusieurs articles et ouvrages dans des revues internationales. Ses domaines de recherche comprennent la psycho-linguistique, la psychothérapie psycho-dynamique et les questions psychiatriques.
