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En las dos últimas décadas se han producido cambios significativos en las políticas nacionales e internacionales de inversión extranjera directa (IED). Estos cambios han sido a la vez causa y efecto de la integración en curso de la economía mundial y del papel cambiante de la IED en ella. Se han plasmado en leyes y prácticas nacionales y en diversos instrumentos internacionales bilaterales, regionales y multilaterales. Tradicionalmente, los Estados africanos han desempeñado un papel activo y relevante en la formulación y el desarrollo del derecho internacional de las inversiones. En general, la contribución de estos Estados se demuestra a través de la participación activa en las deliberaciones del Movimiento de Países No Alineados, el papel de los Estados africanos en la creación de instituciones especializadas como la UNCTAD y el uso estratégico de la fuerza numérica para patrocinar numerosas Resoluciones de las Naciones Unidas. Durante el epítome de la participación activa de África, los Estados africanos se resistieron agresivamente a la internacionalización de las normas de inversión extranjera. Sin embargo, la práctica de los Estados africanos parece haber cambiado gracias a la conclusión de TBI que contienen disposiciones de gran alcance.
