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Desde hace mucho tiempo, Nigeria ha abierto sus puertas a la importación de todas sus necesidades. Este estatus significa que el país es la sala de exposición de todo tipo de productos acabados procedentes de todo el mundo y, como tal, técnicamente no necesita electricidad a escala industrial. Esto conlleva la consecuencia de una baja demanda que no atraería a los inversores al sector eléctrico. El remedio puede consistir en subvencionar las facturas de energía de los productores industriales para devolver la vida a las fábricas moribundas y atraer a otras nuevas para estimular el consumo masivo de energía. Para disfrutar de una electricidad ininterrumpida, los nigerianos podrían tener que reducir la importación de productos acabados y recurrir a los productos fabricados en Nigeria, que exigirán una cantidad significativa de energía. En última instancia, la inversión en energía para uso industrial se traducirá en cascada en el suministro constante a los hogares y en descuentos en las tarifas domésticas.
About the author
Capt. Samuel Akinyele Caulcrick ist Luftfahrtberater und erfahrener Flieger. Er war Rektor des Nigerian College of Aviation Technology in Zaria im Bundesstaat Kaduna, Nigeria. Davor war er Fluglehrer, Ausbildungskapitän und Flottenmanager bei Nigeria Airways. Viele Jahre lang flog er als Kapitän Frachtflugzeuge in der ganzen Welt.
