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La tuberculosis (TB) es una enfermedad crónica contagiosa que tiene un gran impacto en la salud pública mundial. La enfermedad está causada por un bacilo intracelular aerobio obligado llamado Mycobacterium tuberculosis (MTB). La tuberculosis mata a unos 2 millones de personas cada año y, en 1989, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que unos 300.000 niños menores de 15 años morían de tuberculosis al año en todo el mundo (OMS-OMS/TUB, 2003). El diagnóstico de la tuberculosis pediátrica se ve obstaculizado por la dificultad de obtener muestras de esputo de los niños y la naturaleza paucibacilar de su enfermedad, que a menudo requiere procedimientos invasivos como la aspiración gástrica o la broncoscopia (OMS, 1995). Recientemente, se ha demostrado que el esputo inducido tiene una sensibilidad diagnóstica comparable a la del aspirado gástrico en niños seropositivos y negativos, mientras que otros estudios han mostrado resultados menos prometedores para el esputo inducido (Zar et al., 2005). Aunque es menos invasivo que el aspirado gástrico, el esputo inducido sigue siendo desagradable y requiere precauciones para evitar la transmisión de la tuberculosis por vía aérea al personal y a otros pacientes (Schoch et al., 2007).
About the author
Dr. Ahmed Luay Osman Hashim - Laurea di (PhD) in Microbiologia, MSc / BSc in Scienze di laboratorio medico, College of Technological Sciences.
