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En el actual escenario de competencia despiadada, los fabricantes se ven obligados a diseñar y fabricar productos altamente fiables y duraderos con precios competitivos para satisfacer las expectativas de los clientes. En consecuencia, los diseñadores se esfuerzan por establecer herramientas y técnicas nuevas y eficaces para garantizar la calidad y la fiabilidad funcional del producto durante su vida útil. Esto les obliga a tener en cuenta la degradación de las propiedades de los materiales y el rendimiento del producto con el tiempo de uso. Por otro lado, esto puede proporcionar a los diseñadores una gran ventaja a la hora de decidir sobre la calidad, la fiabilidad, el coste y otras molestas prioridades en un entorno de recursos asustados en la fase inicial del diseño. Por lo tanto, es un reto para los diseñadores integrar los diferentes requisitos de los clientes con un rendimiento constante del producto garantizado a lo largo de su vida útil, haciendo que el diseño sea invulnerable a factores como la variabilidad y la degradación en la fase de diseño. Esto pone de relieve la necesidad de comprobar el comportamiento del producto en la fase inicial de diseño, por ejemplo, mediante la simulación del producto durante su vida útil.
About the author
Umardaraj Mansuri - Étudiant au Malaviya National Insitute of Technology Jaipur, région de Jaipur, Inde.
