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Las instituciones de enseñanza superior han llegado a considerar la retención de los estudiantes universitarios como el único mecanismo razonable de su supervivencia, y un número cada vez mayor de ellas ha volcado sus energías en medidas que permitan mitigar las siempre crecientes y preocupantes tasas de abandono de los estudiantes. Las investigaciones muestran que más de la mitad de los estudiantes que ingresan en la universidad en los Estados Unidos de América es probable que abandonen antes de completar su primer año. Se calcula que las universidades estadounidenses pierden aproximadamente mil millones de dólares al año por el abandono de los estudiantes de primer año. La globalización, con los cambios socioeconómicos, demográficos y tecnológicos que la acompañan, está teniendo un impacto significativo en la mano de obra de los países y en sus instituciones postsecundarias. Para que un país pueda competir con éxito en la economía global, necesita una mano de obra más formada y cualificada. Dicha mano de obra debe ser capaz de adaptarse a las necesidades de unos entornos laborales globales que cambian rápidamente y son más exigentes desde el punto de vista técnico. Hoy en día, seis de cada diez puestos de trabajo requieren algún tipo de educación y formación posterior a la secundaria.
About the author
Joseph Lutta,PhD: Estudió Desarrollo de Recursos Humanos y Liderazgo en la Universidad Estatal de Luisiana, Estados Unidos. Profesor asistente de gestión en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Ajman, Emiratos Árabes Unidos. Áreas de investigación: rendimiento organizativo, desarrollo del liderazgo, retención de empleados y métodos de investigación.
