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Una mujer embarazada o en periodo de lactancia es encarcelada si es acusada de un acto o hecho delictivo. En Burundi, si el niño no tiene más de 3 años, el interés superior del niño es permanecer con la madre en la cárcel.La prisión se utiliza como lugar de alojamiento y no como lugar de detención para el niño. De acuerdo con las disposiciones de los instrumentos jurídicos internacionales y nacionales, el niño puede salir de la prisión y entrar en ella como desee, acompañado por los trabajadores sociales de la prisión.Los cuidados prenatales y postnatales deben proporcionarse tanto dentro como fuera de la prisión. Los nacimientos deben tener lugar en los hospitales. Sin embargo, esto no siempre se respeta, como en el caso de Mpimba. La salud de estos niños, así como la de los bebés, está garantizada por los centros de salud creados en las prisiones centrales y son derivados a los hospitales cercanos cuando es necesario. Se ha observado que los alimentos suministrados con cargo al presupuesto de la subvención estatal no satisfacen las necesidades sanitarias de los lactantes.La ropa de los bebés queda a cargo de las madres encarceladas que no tienen ingresos. El Estado ni siquiera les proporciona el aceite de belleza que necesitan para su salud corporal.
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Ildephonse SINDAYIGAYA es:Estudiante de la escuela de doctorado de la Universidad de Burundi, investigadora del tema de tesis "Burundi, a la prueba de la aplicación de la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño"Máster en derechos humanos y resolución pacífica de conflictosAuditor en el Tribunal de Cuentas de Burundi;Licenciado en Derecho
