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Esta serie en particular, Semper Victrix, está dedicada a la conciencia espiritual. Es una colección de símbolos que pueden usarse para purificar, para reflexionar, para sanar; para ser más sabios. Provienen tanto de culturas orientales como occidentales: el Tibet, el budismo, el Feng Shui chino, los santos católicos, la alquimia occidental, los filósofos griegos, las deidades hindúes, la numerología, lo árabe, egipcio, los iconos del arte. Responde a esa necesidad espiritual de la humanidad, de guía y protección. No se trata de creer que las obras sanan o son divinas en sí. Sino de que las experimentamos como un puente para recordarnos de la conciencia divina que posee la Tierra y nosotros. Cada uno de nosotros está constituido por un cuerpo físico, uno emocional, uno mental, y uno atmico; del alma. Cuando nuestro cuerpo físico muere, el alma, que es inmortal, nos sobrevive. Somos el alma. Sin embargo, en el día al día, ocupados en las necesidades físicas, emocionales y mentales, a veces lo olvidamos. También olvidamos nuestras vidas pasadas, y desconocemos las futuras. Tal vez, dejamos pistas en el arte de lo que es verdaderamente importante para nuestra alma... reflexionar en el ser, y cubrir todo con un manto de belleza y amor.
