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En México se ha construido un sistema educativo con intenciones de universalidad en la cobertura de sus servicios, pero limitado en recursos para lograrlo, a causa de diversos factores: el corporativismo magisterial, la crisis económica, la reconfiguración del Estado y la redefinición de sus funciones. Durante la primera mitad del siglo XX, la política educativa se encauzó desde el Estado; de la segunda hasta la actualidad, ha respondido en mayor medida al modelo de desarrollo económico. Actualmente existe un consenso entre algunos organismos internacionales, el sector gubernamental y la academia, acerca de que la educación debe consolidarse como un derecho humano para impulsar la justicia y el desarrollo social. En este contexto, la educación superior en México, y en particular sus universidades públicas, tienen la responsabilidad de contribuir a la formación de profesionales en las diferentes áreas del conocimiento para atender las problemáticas sociales, y no sólo para responder a los requerimientos del mercado o del Estado. Por ello, el análisis de las políticas públicas, y en particular de la formación de agenda, es fundamental para abordar los retos del desarrollo social.
About the author
Rubén Eder Contreras Rojas es Maestro en Políticas Públicas para el Desarrollo Social y la Gestión Educativa por el CREFAL y Licenciado en Sociología por la Universidad Veracruzana, institución en donde colabora desde el 2010, cuenta con experiencia en la gestión de proyectos sociales, y en el análisis e implementación de la política universitaria.