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En el principio fue el dato, partícula más pequeña y significativa con la que se va construyendo la información. El dato, fracción importante también para la descripción documental. Durante generaciones, la catalogación descriptiva ha partido de la identificación del dato de un ítem. Con la utilización de las tecnologías en el proceso documental, así como la evolución en el paradigma catalográfico, actualmente se identifican las tareas más importantes para el usuario en la búsqueda y recuperación de la información, a saber: encontrar, identificar, seleccionar y obtener. El dato deja de tener validez por sí sólo; es útil en tanto se le relaciona con otros datos. Es decir, el binomio entidad-relación es la principal aportación teórica del modelo FRBR y su derivado RDA, ya que hasta ahora, la descripción catalográfica realizada en las bibliotecas se hacía sobre las características físicas de las obras, sin establecer relaciones de contenido entre todas ellas. Ahora bien, ¿cómo podemos auxiliar al usuario en sus tareas? ¿Qué tipo de catálogo entregaremos al usuario para guiarlo en el universo de la información? La propuesta de este trabajo es la construcción del catálogo abierto.
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Bibliotecólogo mexicano egresado de la UNAM. Con 25 años de experiencia en bibliotecas especializadas. Ponente en temas sobre metadatos y organización de la información. Sus temas de interés: matemáticas y Gobierno de TI.
