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Creada para ser un faro de esperanza para los oprimidos del mundo y promover el acceso a la justicia de los ciudadanos cuyos gobiernos no quieren o no pueden procesar, la Corte Penal Internacional (CPI) ha recibido elogios y condenas a partes iguales. Sin embargo, es interesante observar que estas reacciones proceden en su mayoría de líderes políticos. Las voces de las víctimas a las que se dirige la justicia de la CPI han sido en gran medida ignoradas. Tras las elecciones generales de 2007/2008, Kenia se sumió en una violencia postelectoral en la que murieron unas 1.300 personas. Seis kenianos fueron acusados ante la CPI de crímenes de guerra relacionados con la PEV. ¿Cuál fue la reacción de las víctimas ante estas acusaciones? ¿Hizo justicia la CPI a las víctimas kenianas del PEV? ¿Siguió el debido proceso al acusar a estos seis kenianos? ¿Qué efectos a largo plazo tuvo la CPI en la consecución de justicia en Kenia? ¿Qué influencia tuvo la CPI en los mecanismos judiciales locales de Kenia? Este libro trata de responder a estas preguntas.
About the author
Laban Machogu es un activista de la sociedad civil que lucha por una Unión Africana responsable y dirigida por los ciudadanos. Le apasionan el panafricanismo y la democracia africana. Tiene un máster en Estudios Internacionales por la Universidad de Nairobi (Kenia) y una licenciatura en Relaciones Internacionales y Diplomacia por la Universidad de Maseno.
