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El escritor portugués, José Saramago, alguna vez dijo "Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia."
Y la indiferencia es algo que no nos podemos permitir cuando observamos que las democracias en todo el mundo se han ido socavando progresivamente, generando una regresión en materia de derechos humanos.
Los recuerdos de Juan Rojas Vásquez, plasmados en su libro "en busca de verdad y justicia" nos permiten combatir la indiferencia mediante el ejercicio de la memoria, transpor-tándonos a los meses posteriores al golpe militar que se produjo en Chile el 11 de septiembre de 1973.
El relato de lo ocurrido con Juan, entonces de solo 14 años, con su padre Miguel y su hermano Gilberto, ambos detenidos tras el golpe de estado en Chile, es un relato personal y, a la vez, colectivo. Es el relato de un destino que compartieron muchos chilenos y chilenas: detención, tortura, desaparición, ejecución, búsqueda de la verdad y de justicia. Y también del exilio o el asilo en algún país lejano, el aprender un nuevo idioma, abrirse paso y construir una vida solo y desde cero.
Transcurridos 50 años desde el golpe militar, éste sigue siendo un relato actual, ya que aún son muchos los chilenos y chilenas que nos faltan. Y, como señaló el Presidente de Chile, Gabriel Boric, al declarar el Campo de Prisioneros de Pisagua como sitio de memoria "tenemos del deber moral de nunca dejar de buscar a aquellos que fueron asesinados y hechos desaparecer por sus ideas y por defender la libertad de nuestra gente."
Tal es el principal valor de "en busca de verdad y justicia". Ser un ejercicio de memoria de la historia de un país y de una familia campesina chilena y, como su nombre lo anuncia, de la búsqueda de la verdad y de justicia el más joven de sus integrantes, a pesar del transcurso del tiempo y de la distancia entre su país de origen y el país que lo acogió.
Berlin, Marzo 2024
Maria Magdalena Atria Barros
Embajadora de la República de Chile
A propos de l'auteur
Juan Eduardo Rojas Vásquez, activista chileno, ha dedicado su vida a esclarecer la desaparición de su padre, Miguel, y su hermano mayor, Gilberto, ocurrida durante la dictadura de Augusto Pinochet. Ambos fueron detenidos en 1973, poco después del golpe de estado, y Juan sospecha que fueron asesinados en la infame Colonia Dignidad, un centro de tortura y desapariciones dirigido por Paul Schäfer, colaborador de la policía secreta chilena.
Con una incansable lucha por la memoria histórica y los derechos humanos, Juan Rojas Vásquez sigue exigiendo justicia y el reconocimiento de las víctimas de ese oscuro periodo. En su libro Auf der Suche nach Wahrheit und Gerechtigkeit ("En busca de verdad y justicia"), narra su desgarradora historia y clama por la creación de un memorial que preserve la memoria de los desaparecidos.
