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El coste históricamente bajo de la energía en el Reino Unido ha fomentado una cultura que considera que el suministro de energía es ilimitado y que los niveles excesivos de consumo son aceptables. Ahora que el suministro se está restringiendo y los costes están subiendo, se está reconociendo que esta cultura energética ha creado un legado de edificios con una estructura deficiente, equipos de eficiencia energética limitados e incluso niveles más bajos de concienciación energética. Las PYME británicas no adoptan tecnologías rentables en edificios no domésticos, como esperaría la teoría económica racional. Los responsables políticos atribuyen esta situación a la inaccesibilidad de la información y la inversión, y diseñan las políticas en consecuencia. Sin embargo, dado que la demanda sigue aumentando, debe existir un factor alternativo que explique esta paradoja. Esta investigación parte de la hipótesis de que se trata de las estructuras de propiedad de los edificios no residenciales. El 64% de las PYME encuestadas encontraron barreras a la eficiencia energética relacionadas con la propiedad de los edificios. Si se hace un prorrateo para reflejar la población de PYME del Reino Unido, casi 2,5 millones de empresas parecen incapaces de beneficiarse de las mejoras energéticas.
About the author
La Dra. Kay Emblen-Perry es profesora titular de Gestión Sostenible en la Worcester Business School. Su trabajo se centra en el impacto de las barreras a la eficiencia energética inherentes a la tenencia de edificios no domésticos en el Reino Unido y en cómo superarlas. Kay es doctora en Gestión Medioambiental, tiene un máster por la Universidad de Coventry y un máster en Administración de Empresas por la Universidad de Aston.