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Cuando analizamos la evolución de la administración pública, observamos un contraste entre el Estado absoluto y el Estado moderno. El derecho administrativo viene a organizar las relaciones entre la administración y el público, que es elevado a la categoría de ciudadano. Desde esta perspectiva, antes de autorizar la arbitrariedad estatal, el Derecho Administrativo pretende garantizar la integridad del ciudadano en sus relaciones con la autoridad administrativa. La perspectiva desde la que debemos contemplar el proceso administrativo es la de la garantía de los derechos fundamentales y de la normatividad establecida en una ley fundamental, la Constitución del Estado. El proceso administrativo nace de la evolución de las relaciones entre el Estado/administración y el administrado/ciudadano. Así, es el instrumento que debe conducir a la Administración a las mejores decisiones administrativas, observando siempre los principios fundacionales de la Constitución del Estado, que revelan la garantía de los derechos de los ciudadanos. Sin embargo, la institución del procedimiento administrativo no puede convertirse en un instrumento generador de privilegios para el administrado, ya que pretende hacer más justas las decisiones administrativas y garantizar la legalidad. Este es el tema central del libro.
About the author
Doctorado y Maestría en Enseñanza de las Ciencias por la Universidad Regional del Noroeste del Estado de Rio Grande do Sul - UNIJUÍ, Postgrado en Derecho Tributario por la Universidad del Sur del Estado de Santa Catarina - UNISUL, Licenciado en Derecho y Administración por la UNIJUÍ. Profesora Adjunta y Coordinadora del Comité de Ética en Investigación (CEP) de UNIJUÍ.
