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Las consecuencias negativas de las reformas, que se manifiestan en crisis económicas permanentes y en la ineficacia de las instituciones políticas y jurídicas de gobierno, estaban predeterminadas por la naturaleza y el modo de aplicación de las reformas, que estaban dictadas por los intereses económicos y políticos de los reformistas y de sus manipuladores extranjeros. Las reformas provocaron la alienación en las esferas económica y político-jurídica de la sociedad. En la economía se produjo la enajenación de la propiedad del propietario, en la política el pueblo del gobierno y el gobierno del pueblo, en el derecho de los ejecutores de la ley. Las reformas, tal como se aplicaron, fueron una manifestación velada, y en algunos casos demostrativa, del nihilismo jurídico. Como resultado, Rusia adquirió una forma parasitaria de capitalismo oligárquico en la base, motivado por la exportación de capital, mientras que la superestructura, con la existencia formal del multipartidismo, era un sistema político de partido único basado en la autoridad del líder. Con esta construcción, la importancia del factor subjetivo aleatorio en la vida pública aumenta dramáticamente, incrementando los riesgos de desestabilización política y colapso del Estado.
About the author
Musaelyan L. Doctor en Filosofía, Profesor, Jefe del Departamento de Filosofía de la Universidad Estatal de Investigación de Perm. Intereses de investigación: Filosofía Social, Filosofía de la Historia, Ontología y Teoría del Conocimiento, Filosofía del Derecho, Filosofía de la Educación, Problemas Globales de la Modernidad.
