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Las plantas convencionales de tratamiento de aguas residuales (EDAR) a menudo son incapaces de eliminar algunos compuestos farmacológicamente activos (PhAC). Así, los PhACs suelen llegar fácilmente a las masas de agua, lo que supone un riesgo potencial para la salud humana y el medio ambiente. Los hongos de podredumbre blanca (WRF) son capaces de eliminar compuestos orgánicos complejos a través de sus vías enzimáticas no específicas, y recientemente han atraído muchas atenciones para la eliminación de PhACs de los efluentes industriales o domésticos. Sin embargo, debido a las complejidades inherentes, su utilización es bastante limitada. Para la implementación exitosa de una unidad de tratamiento fúngico se deben considerar varios factores, incluyendo los tipos y las concentraciones de los PhACs en el afluente de las EDARs, la capacidad de los hongos empleados para degradar los PhACs disponibles, los parámetros de formación y crecimiento de los pellets de hongos, y las configuraciones del reactor y los parámetros de diseño.
Über den Autor / die Autorin
Dr. Asma Rashki currently works as a professor assistant at Department of Pharmacology, School of Medicine, Zahedan University of Medical Sciences, Zahedan, Iran.
