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Durante las presidencias de Raúl Alfonsín y Carlos Menem tuvieron lugar en Argentina algunos casos de censura previa a periodistas, artistas y comunicadores. Sin embargo, aquellos mensajes que consiguieron tomar estado público se beneficiaron ampliando su llegada a mayor caudal de receptores a los que aspiraban originalmente. Casos como la revista Cerdos & Peces, el programa "Cable a Tierra", el periódico Prensa Confidencial, el tratamiento por parte del gobierno de Alfonsín de la información oficial en los sucesos de Campo de Mayo y La Tablada; Tato Bores y la jueza Servini de Cubría, los levantamientos de los programas "Sin Límites", "Las Patas de las Mentiras", "Día D" y "Bajo Palabra", y la prohibición de la puesta en el aire de la canción "Sr. Cobranza" en la versión de Bersuit Vergarabat durante la década menemista. ¿Por qué se censuraron? ¿Cómo tomaron estado público? ¿Amplificaron la cantidad de receptores? ¿Existió un aprovechamiento o victimización de la situación? El siguiente trabajo se propone reflexionar sobre el marketing que genera la censura en un Estado de Democracia y con aparente Libertad de Expresión.
Über den Autor / die Autorin
Nicolás Blanco Rodríguez. Técnico en Comunicación Social y Licenciado en Periodismo. Publicó artículos en medios gráficos como La Nación, Inrockuptibles y Time Out. Editó la revista La Tiza entre 2007 y 2014. Ha publicado relatos en varias antologías premiadas. Guionista de series de televisión, entre las que se destaca la galardonada "Aimé".
